Mark, un contratista americano que no habla español, despierta en la selva colombiana amarrado y colgando de brazos al lado una prostituta que sirve incipientemente de intérprete, mientras a metros de distancia torturan a Mauricio, su contacto en Colombia. Sus captores quieren transferir 60 millones de dólares de una cuenta bancaria. El problema es: si les da la clave lo matan, y si no lo hace... también.